ISABEL CARRASCO, D.E.P.

De nuevo, la ciudad de León ha sido portada en todos los medios de comunicación nacionales por una mala noticia: el asesinado de Isabel Carrasco, presidenta del Partido Popular leonés y de la Diputación Provincial.

Ayer, como ya todos sabemos, cuando cruzaba desde su domicilio en el Paseo de la Condesa hasta la sede del PP, por una de las pasarelas que cruzan el río Bernesga, dos mujeres se acercaron y una de ellas le disparó por la espalda cuatro veces causándole la muerte en el acto. Un testigo, policía nacional retirado, fue quien avisó a la policía, que detuvo a las presuntas autoras en la C/ Roa de la Vega, donde tenían aparcado su coche.

Foto de Telecinco

Isabel Carrasco, tenía previsto desplazarse esa misma tarde a Valladolid para asistir a un mitín que iba a dar Mariano Rajoy. Ese acto y todos los demás de la campaña electoral, fueron suspendidos en todo el país, por todos los partidos políticos. En Castilla y León, se decretaron además tres días de luto.

Retirada del cadáver (foto de diario de León)

Hoy martes, se instaló la capilla ardiente primero en el Tanatorio de León, por deseo de la familia, y a partir de las 11.30h en la Diputación donde acudía a partir de las 11.45 h., el Presidente del Gobierno y varios cargos políticos y militares. Allí, a las puertas del Palacio de los Guzmanes, se guardaron diez minutos de silencio.  A las 12 del mediodía, se guardó un minuto de silencio en la mayoría de ayuntamientos y lugares públicos de España, además de en el Congreso y en el Senado. Más tarde, cientos de personas entraron a la capilla ardiente. 

Aún no se saben los motivos que llevaron a estas mujeres, madre e hija, a llevar a cabo esta deleznable acción. Es más, se declaran inocentes y se niegan a colaborar con la policía, que sigue buscando en el río y alrededores el arma homicida, hasta ahora sin resultado.

Isabel Carrasco no dejaba indiferente a nadie. Durante los años que se dedicó a la política dejó constancia de su carácter en todos los lugares en los que trabajó. Hoy, sin embargo, muchos no han sabido estar a la altura de las circunstancias, y se han dedicado en las redes sociales, a aplaudir el asesinato e incluso a insultarla. Nadie tiene en sus manos la vida de nadie, nunca habrá un motivo para matar a nadie, ni motivos ni atenuantes. Y mucho menos, nadie debería alegrarse de la muerte de un ser humano, por mucho que se le odie, o se le envidie. Nadie merece una muerte así.

Allí donde estés, D.E.P., Isabel Carrasco.