Sus restos estaban enterrrados en la Cartuja de Miraflores, en Burgos,aunque no fue el lugar de enterramiento original. Allí fue trasladado D. Alfonso, por orden de su hermana Isabel 24 años después de su muerte.
Los restos de ambos se trasladaron a León para su estudio, y en ellos encontró la antropóloga algo que define ella misma como curioso y que no ha vuelto a ver desde entonces: en los huesos de Alfonso, aparecía cristalizaciones de carbonato cálcico.
Cartuja de Miraflores |
Juan II de Castilla. |
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